miércoles, 20 de marzo de 2013

Mi confrontación con la docencia


El presente texto es una reflexión del trabajo realizado en la Unidad 1 del primer módulo de la especialidad. Su redacción se ha visto enriquecida con la lectura “La aventura de ser maestro” y con las aportaciones de los compañeros del grupo 19.

Iniciare comentando que para mí, ser docente más que un empleo es un compromiso que refiere necesariamente a ser mejor persona y acompañar a los estudiantes con los que tengo contacto a que también hagan lo propio, no sólo en lo académico, sino en todas las esferas que los integran como seres humanos. Como lo dice Esteve en su texto “La aventura de ser maestro”, se trata de ser maestro de la humanidad. Lo cual es más complicado de lo que suena, pues considero que se trata de encontrar un equilibrio entre lo que el alumno quiere, lo que necesita, y lo que debe ser enseñado.

Sin embargo, coincido con el autor y con mis compañeros del grupo en que lo importante es enseñar a los alumnos a desarrollarse con respecto a sí mismos y al mundo que les rodea. Lo anterior en un marco de valores, de confianza y de congruencia.

A diferencia de algunos compañeros, mi profesión de origen sí esta relacionada con el ámbito educativo, pues elegí estudiar la licenciatura en Pedagogía en la UNAM. Mi elección obedeció a que cuando estudiaba la preparatoria trabajé en un prescolar, y la Directora era pedagoga. Finalmente como comenta Esteve: fue ella esa profesora que tocó mi vida al grado de hacerme elegir una profesión distinta a la que tenía pensada (yo pensaba que quería ser contadora). Ella me enamoró de la carrera, y cuando entré para mí la licenciatura y la UNAM fueron un crisol de posibilidades, de oportunidades para realizarme como persona y como profesionista y profesional de la educación. Si bien la carrera no me preparó específicamente para la docencia, sí me brindó elementos para ello.

Al terminar la carrera me incorporé a la docencia a nivel medio superior en una particular. Como a muchos de mis compañeros, las piernitas me temblaban pues estaba llena de incertidumbre y miedo. Me identifico plenamente cuando Esteve describe al profesor novato de primaria y secundaria: siento que en mucho me está describiendo en mi primer empleo. Yo era de la edad de mis alumnos, y varios eran más grandes que yo, y eso me imponía horrores.

 Ahí sólo estuve un semestre, pues tuve la oportunidad de trabajar para el Gobierno del Estado de México en un preescolar. Ahí la presión cambió pues la responsabilidad de cuidar a 45 niños menores de 5 años era abrumadora. Sin embargo ahí aprendí muchas cosas, y me permití experimentar mucho de lo que había aprendido en la universidad con mis niños. La ansiedad por imponer disciplina o dominar contenidos, cambió por completo.

En el preescolar estuve dos años, para después entrar a una secundaria como orientadora en el turno matutino, y dar clases por las tardes en media superior y superior. Después de 3 años, me cambié a la preparatoria donde estoy actualmente como orientadora, continuando con la docencia en la UNAM.

En diversos niveles, pero así llevo ejerciendo tan hermosa profesión 9 años, y cada día afirmo que para ello nací. Tengo la fortuna de desempeñarme en el ámbito para el que me forme y no sólo como docente, sino también como orientadora. Es cierto que a veces no todo es miel sobre hojuelas: en mi caso, las cuestiones administrativas y la indiferencia de algunos alumnos y de la mayoría de los padres de familia son el pan de cada día y a veces es cansado sortear lo relacionado con ello. Sin embargo, vale la pena pues afortunadamente la mayoría de los alumnos me dejan saber que de una u otra manera he impactado su formación. Hay quién lo expresa directamente, pero la mayoría me lo deja ver con sus acciones: sus dudas, sus comentarios, sus opiniones, su agradecimiento y reconocimiento hacia mí. Y eso con nada se paga.

Para mí es muy satisfactorio ver que el orgullo de ser docente, más que con el ego, tiene que ver con un empoderamiento de nuestra profesión, y me gusta darme cuenta que los compañeros de mi grupo se sienten igualmente comprometidos y orgullosos de ello.

Como lo mencioné al inicio, para mí ser docente significa la enorme responsabilidad de tocar vidas, de aprender para los alumnos, con los alumnos  y de los alumnos. Servirles y tener siempre presente que para eso estamos. Tener la gran oportunidad de coadyuvar a que esas vidas se transformen en lo mejor que cada uno puede ser, en todos los aspectos.

Es también la oportunidad de transformar mi realidad y mi contexto junto con el de los demás y construir una realidad y un contexto más libre, más pleno, más feliz. O en palabras de Esteve: “ser maestro de humanidad. Lo único que de verdad importa es ayudarles (a los alumnos) a comprenderse a sí mismos y a entender el mundo que les rodea”.

Los saberes de mis estudiantes en el uso de las TIC y de Internet


Como he comentado en ocasiones anteriores, me parece fundamental recuperar en clase los saberes cotidianos de nuestros alumnos. Además, a lo largo de la especialidad he reflexionado junto con mis compañeros y tutores sobre la importancia de identificar qué saben mis alumnos y así poder potenciar el aprendizaje significativo.

Con respecto a las TIC y la internet, identifico que muchos de ellos navegan en busca de videos, música, y también lo ocupan como espacio interactivo de comunicación y de relación, salvo cuando se les deja una tarea. En ese caso, los alumnos dedican unos minutos a buscar la información (“googlearla”, es decir usar el buscados Google para encontrar la información necesaria) e imprimir, aunque curiosamente muchos de ellos no leen su información, solo se limitan a que el texto tenga un cierto parecido con lo solicitado, básicamente ese es el uso que le dan.

Con respecto a otra de las TIC, como lo es celular, los jóvenes los ocupan para conectarse a internet para lo ya referido, sobre todo para estar en las redes sociales. El celular también les permite grabar y editar videos, tomar fotos y editarlas agregando adornos, marcos, letreros, etc.

Considerando lo anterior se construyó la siguiente estrategia. Los alumnos investigarán cuál es el origen de los sitios comunes de donde bajan información, tales como wikipedia.com, monografías.com, elrincondelvago.com, tareas.edu, etc. Además la mitad del grupo investigará el tema “Qué es una profesión” o bien “Oferta y demanda de profesionistas en México” en los sitios mencionados, mientras que la otra mitad lo hará en sitios indicados por mi (unam.mx, observatorio laboral.gob.mx, redie.uabc.mx, etc). Al final se contrastará la información y las fuentes con la intención de que los alumnos evalúen la información y el sitio de donde obtuvieron dichos datos. La intención es que los jóvenes reflexionen que internet no sólo es una herramienta de música, videos, o comunicación sino también un recurso de aprendizaje, pero para ello habrá que encontrar y evaluar la información que adquirimos, así como las fuentes.

Finalmente, se les pedirá que en las redes sociales (Facebook y twitter, que son las que más usan) busquen y sigan a instituciones y/o personas que brinden información sobre el tema. Ellos deberán elegir a quién seguir y justificar dicha elección.